viernes, 12 de abril de 2013

Sufre para ser libre corazón


Me encontré con tus ojos, y en su oscuridad me encerraron un instante, que hubiese querido fuera eterno. Yo, que no sé mas que guardar silencio y observar cauteloso, inexplicablemente me aproximé, habría sido más favorable mantener la distancia, pero cedí a la oportunidad; desde aquél momento pagué por mi muerte.
Pasa el tiempo y por esta maldita cercanía, mi cuerpo bajo tu mirada desvanece, me vuelvo nada. Al menos si pasase un fantasma al lado tuyo, te haría temblar, pero mucho a mi pesar, ya no existe forma de hacerme notar; ahora que las palabras luchan en mi boca por salir, y las que lo hacen, dan cuenta que tus oídos se han vuelto impermeables,  no queda mas que este escrito como prueba de algo que núnca sabrás. ¿Maldecir?, ¿a qué o a quién?, no estoy seguro sobre si hay algún culpable, e incluso si lo hubiera, esto que indebidamente guardé no callará su lamento.
Mas me libraré de la cárcel que yo mismo forjé cuando sea memoria..., así que, ¡viertan lágrimas!, ¡duele, duele con más fuerza!, disfruta corazón con el cruel espectáculo del que eres espectador obligado.




©Alexander Zante 2013