Unas letras a modo de breve introducción: pensar, o quizá lo más adecuado sería decir reflexionar o meditar, nunca me ha representado gran dificultad, pues el problema, en realidad, es hallar las palabras adecuadas para transmitir, de la forma más clara, las ideas que me perturban en mis momentos de consciencia, para mi felicidad y desgracia; he ahí el por qué de mi escasa escritura...
En varias ocasiones me he quedado, ante un enunciado positivo o un halago, expectante a la aparición de su oposición, pues solemos esconder un puñal entre las rosas, no sé porque razón (dudo firmemente que nos mueva la consideración o la educación), aunque pocos, y gratos, son los casos en que este antagonista no pasa a escena. Esto, evidencia la ligera influencia que la sociedad, en la que me está tocando vivir, ha hecho sobre mi persona: estar siempre alerta, esperar lo peor.
Pd: un lobo de origami hecho por mi.
© Alexander Zante